CONSTELACIONES SISTÉMICAS Y FAMILIARES

La Terapia Sistémica entiende a la persona inserta en su sistema familiar, en el cual se crean los primeros lazos afectivos y vínculos de pertenencia.  Vínculos que crean patrones de comportamiento que marcan nuestra vida y la forma de relacionarnos con el mundo. Con el paso del tiempo formamos parte de otros sistemas: escolar, grupal, laboral, social; que serán asimismo, campos de experimentación y aprendizaje a lo largo de nuestra existencia.

Tanto las filosofías orientales como las culturas tribales, conciben al ser humano como partícipe de un universo visible e invisible, material y energético.  Un universo que escapa a nuestra comprensión racional y nos enfrenta a lo desconocido.  Cuerpo-mente-alma conforman una unidad con todo lo que es.   En este sentido, las constelaciones nos muestran claramente que las personas estamos más unidas de lo que creemos.  De hecho  cuando iniciamos una búsqueda de equilibrio y armonía individual, los cambios repercuten en nuestro círculo, lo cual crea una sinergia que nos ayuda a poner en orden los asuntos pendientes.

En el trabajo con Constelaciones Sistémicas y Familiares, se emplazan en el espacio -a través de representantes- a los miembros de un sistema, ya sea familiar, laboral o estructural; quedando a la vista las afinidades y tensiones entre los integrantes.  El coordinador, guiado por las sensaciones que expresen los representantes, intervendrá facilitando movimientos.

El objetivo del trabajo es que el cliente inicie un proceso sanador del conflicto o desequilibrio,  y que cada uno de los miembros del sistema encuentre un lugar que le sea adecuado y pacificador.   Asimismo es un ejercicio de autocentración y contacto con la propia fuerza vital tanto para el cliente, como para todos los participantes del taller.

En síntesis, cuando estamos dispuestos a ver desde lo profundo de nuestra alma y a asentir a la vida tal cual es, recuperamos la fuerza para trazar nuestro propio camino y realizar nuestro ser auténtico.

Carolina Guzmán